lunes, 27 de agosto de 2012

Hoy es noche de sexo.


Estábamos él y yo en el salón de mi casa, una tarde de verano. Hablábamos de nuestros padres y hermanos, cuando de repente se puso en pie.
-Gordi, vamos a jugar al pilla pilla.
+Y luego me echas las culpas a mí y dices que empiezo yo idiota. Dije con una media sonrisa.
-Pero si se que a ti también te gusta, ¿Qué mas da tonta?
+Es verdad, si que me gusta…
-Entonces, ¿jugamos al pilla pilla?
+Bueno, porque no…
-Venga, sal a correr que voy detrás de ti.
+Espero que no me pilles. Digo mientras suelto una carcajada.
-Y yo espero pillarte. Dice él con una sonrisa picarona.
+No lo vas a conseguir. Insinúo moviendo las cejas mientras salgo a correr.
Sale a correr detrás de mí, llevábamos un tiempo de ventaja, veo que se va acercando porque corre más que yo, sigo corriendo más deprisa, intentando que no me alcance. Le miro fijamente y sigo corriendo, mientras él intenta alcanzarme.
-¡Para! que tengo algo que decirte. Me dice mientras va aflojando su ritmo.
+Pues dímelo a voces. Digo mientras sigo corriendo, esperando a que lo haga él también.
-Te lo he avisado, te lo he dicho a las buenas. Grita mientras corre más deprisa y consigue cogerme de la cintura, sonriendo.
Intento ir más despacio mientras me giro para mirarlo. Me agarra fuertemente la cintura, sin hacerme ningún daño, sólo para que no me pueda escapar, me arrima a él  y seguidamente, me besa dulcemente. Le sujeto por el cuello mientras seguimos besándonos. Me apoya en la pared, me coge las manos y las pone por encima de mi cuello sujetándolas con las mías y comienza a darme besos lentamente por el cuello.
Le miro sonriente mientras me muerdo la parte inferior del labio.
-Déjate el labio quieto. Dice mientras se acerca hasta rozar sus labios con los míos.
Le beso y comienzo a darle algunos que otros besos por su cara, hasta llegar a su cuello.
Se acerca aún más a mí y me coge en brazos, llevándome hacia la habitación y dejándome despacio encima de la cama. Le acaricio la cara y comienzo a comérmelo a besos. Mete su mano delicadamente por debajo de mi camiseta mientras arrima su cara junto a la mía. Siento como me roza y le agarro por la espalda mientras comienzo a sacarle su camiseta. Noto como me va levantando mi camiseta poco a poco y me besa el cuello. Consigo quitarle su camiseta del todo mientras me revuelco y me tumbo encima de él.  Me quita mi camiseta, pone sus manos en mi trasero y me besa. Noto su presencia, nunca había sentido algo igual y comienzo a besarle desde su cuello para abajo. Se muerde el labio mientras me mira. Yo de mientras observo que me mira y subo hacia su boca, le vuelvo a mirar.
+Ese trabajo ya es mío. Digo mientras empiezo a besarle. Él sigue besándome mientras me va desabrochando el pantalón. Le muerdo la oreja y paso mi lengua por su pecho. Se vuelve y se pone encima de mí y con delicadeza empieza a bajarme el pantalón. A mi aquello me parecía algo irreal, nunca había sentido algo igual, tan maravilloso como esto que me estaba pasando.
Ahora era mi turno de poner mis manos sobre su trasero, mientras que le acariciaba por el cuello. Me quita del todo el pantalón y empieza a darme bocaditos por todo mi cuerpo. Yo le termino de quitar su pantalón mientras lo miro.
Pone sus calurosas manos sobre mi espalda y me desabrocha el sujetador, dejándolo caer en los suelos y empieza a darme besos por cada uno de mis senos. Le quito el pantalón del todo mientras le miro sonrojándome un poco, viendo que se pone un poco loco y sigo dándole bocaditos por su cuello, que no es lo primero que estreno. Mientras, él me quita mi última prenda y sube despacio hacia mi boca hasta que consigue besarme. Hago yo lo mismo con su última prenda, siguiendo con el beso. Baja con su boca por mi cuello, ya va quedando menos, llega a mis senos, pasa por mi vientre, hasta llegar a mi cintura y sigue bajando, me mira que estoy un poco nerviosa.
-Se bien lo que me hago, hagámoslo a mi manera.
Cierro los ojos mientras sonrío y le voy acariciando por su espalda. Dejo que su lengua se sumerja en la locura. Lo acompaña de algunos besos suaves y algunos bocados leves.
Me quedo mirándolo fijamente, ahora ya no siento miedo de mi misma, estoy segura. Sube hasta mi boca, me besa.
-Ha llegado el momento. Me lo dice en un murmullo. Yo asiento con la mirada. – Quieres que entre dentro tuyo.
Comienzo a suspirar y le agarro por la espalda mientras le beso, un beso, tan suave y con tanta dulzura que diría que ya si estoy dentro suya.
Los cuerpos se juntan, entre su corazón y el mío, apenas queda espacio, de momento va despacio, mientras me besa con algo de retraso.
Le sujeto por la cabeza y le voy dando bocaditos por su cara. Poco a poco sube la fuerza y velocidad, me siento como en un sueño, soñando la realidad. Sigo dándole esos bocaditos que tanto le gustan por su mejilla acompañados de algunos besos con trampilla, mientras noto que va frenando con esas caricias que le voy dando.  
Se acuesta a mi lado, me rodea con sus brazos, esta noche ha servido para forjar nuestros lazos.
Me he quedado dormida, no me reprocha nada, después de lo que ha ocurrido, estaba agotada. El cierra sus ojos y se duerme en la euforia, tiene seguro que esta noche, soñará con la gloria.

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